Sunday, September 13, 2015

Chile - VIEJO ESTADO REPRIME CON ROPAJE FASCISTA O DEMOLIBERAL

el pueblo

Nacional

Las recientes confesiones de ex conscriptos involucrados en el caso de los jóvenes quemados en 1986 por militares, han hecho que volvamos a opinar sobre los llamados derechos humanos. ¿Demagogia de la Nueva Mayoría?, ¿Cuál debiera ser la posición desde los intereses del pueblo?
Lo primero es señalar que todo Estado tiene carácter de clase, en nuestro caso es un Estado que defiende los intereses de latifundistas y grandes burgueses serviles a los imperialistas, principalmente yanqui. Pero además es un Estado que frena las fuerzas del desarrollo productivo del país, no resuelve los problemas de las masas, es un viejo Estado, obsoleto, porque defienden los intereses de clases añejas, caducas y podridas históricamente.
Desde el golpe militar de 1973, el Estado pasó a tener la forma de gobierno de dictadura fascista, ya que corporativizó y de esta forma intentó atar las manos al pueblo. Desde 1990 hasta hoy el viejo estado paso a tener la forma demoliberal, porque a estas dos formas de dominación se le agregaron las elecciones y el parlamento, pero los intereses de clase que defiende quedaron intactos.
La dictadura fascista implicó una reestructuración del Estado, sancionada con la constitución de 1980, impuesta a sangre y fuego contra los intereses del pueblo. Para esto además, persiguió, torturó, desapareció, aniquiló y extermino a miles de entre las masas más pobres, principalmente.
Bajo la dirección de la DINA y luego la CNI actuaron los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones, muchos de ellos entrenados en la Escuela de las Américas yanqui, experta en genocidios de pueblos enteros. La tortura tenía por objetivos: obtener información para otras detenciones, quebrantamiento de las convicciones políticas del detenido y castigar como venganza su afiliación política. Se calcula que ya a diciembre de 1973, habían sido detenidas cerca de 250.000 personas, es decir, un 2,7% de la población total de ese momento. Al finalizar la dictadura fascista serían más de 3.000 muertos reconocidos por las instituciones de “reconciliación” (léase colaboración de clases) creadas por los gobiernos de la Concertación, pero se calcula que podrían llegar a ser 10.000 y más de 40.000 entre muertos, detenidos desaparecidos y torturados.
Derechos del pueblo y Derechos del individuo
Los derechos humanos de hoy son una reedición de los derechos del hombre enarbolados por la burguesía contra los latifundistas feudales en la Revolución Francesa. En 1948 la ONU publica su declaración de los DDHH, que centra en los derechos de los individuos en abstracto y no en cuanto a sus condiciones materiales y por ende su extracción y posición de clase. Concibe al hombre como un ser inmutable, sin historia, para ocultar bajo el manto de la “humanidad”, todos sus siniestros intereses y cruentas aberraciones que cometen como minoría monopolista en el poder contra las masas laboriosas. Detrás de la palabra humanidad buscan ponernos al servicio de sus intereses de clase, intentando ocultar la lucha de clases y la tendencia histórica hacia la revolución. Bajo la etiqueta de “humanidad” quieren borrar la lucha de clases, quieren meter en un mismo saco a las masas laboriosas y a los zánganos que las estrujan, tratándolos a todos de “humanidad” y no de clases sociales. El mismo asesino Pinochet, en su defensa, recurrió a los derechos humanos para decir que por su avanzada edad no podía estar preso. Aquí en Chile se considera violación a los derechos humanos las acciones armadas de las organizaciones políticas que luchan contra la opresión y la explotación.
Marx y Engels ya en 1845 nos advertían refiriéndose a estos derechos: “[…]esta “libre humanidad” y su “reconocimiento” no son más que el reconocimiento del individuo burgués, egoísta, y del movimiento desenfrenado de los elementos espirituales y materiales que forman el contenido de su situación social, el contenido de la vida burguesa moderna”. (La Sagrada Familia). Cada vez son más conocidos que los hechos que evidencian que los cascos azules de la ONU, traen paz de cementerio a los pueblos que dicen “ayudar humanitariamente”.
Represión bajo el ropaje demoliberal
Ni la pose compungida de la pelele Bachelet con una cara como víctima y con la otra saludando a la genocida “gran familia militar”, pueden tapar la realidad de los gobiernos de la Concertación, ahora Nueva Mayoría: estudiantes amedrentados, hostigados, golpeados, familias mapuche completas perseguidas, perdigones en niños, jóvenes y obreros, lumazos, acoso sexual, líquidos tóxicos, lacrimógenas al rostro, apaleo en calabozos, desaparecimientos y montajes. Lo cierto es que desde el 11 de marzo de 1990 han muerto en manos de agentes del viejo Estado más de 70 personas, principalmente estudiantes, juventud popular, mapuche y obreros. El último ha sido el minero Nelson Quichillao López, luchando por mejorar sus condiciones de vida y las de sus compañeros en la mina El Salvador.
Como ya señaláramos desde el periódico la única justicia posible es la que se conquista con lucha, sin duda esta vendrá de los brazos de hombres y mujeres que aman la paz y la vida, pero saben que es un derecho que se le debe arrancar al viejo Estado, que nunca se obtendrá de este viejo Estado, sino que al contrario sólo será fruto del camino de la revolución.

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